¿Político yo?
Hace ya algunos años, cuando asumí la portavocía de Los Verdes en Granada, comencé a intervenir ante los medios de comunicación. Se convocaba la rueda de prensa sobre un tema de actualidad, o que nos interesara difundir, y hala, a dar lata con nuestras posiciones, ideas y propuestas.
Para mí era todo novedoso. Bueno, en público había hablado alguna vez, y estaba acostumbrado a la docencia despues de más de 10 años dedicados a ella. Sin embargo, nada parecido a un grupo de periodistas, alguna que otra cámara de TV y en contadas ocasiones algún fotógrafo o fotógrafa. No siempre la convocatoria de prensa tenía éxito, en muchas ocasiones me las he visto solo, solito solo, lo que no me ha llevado nunca a tirar la toalla.
Pues eso, la presencia de periodistas retroalimetaba los nervios que ya me he acostumbrado a contener. Incluso es cada vez más raro el día que aparecen, los nervios me refiero, no la prensa. No soy lector de técnicas de comunicación, ni ejercito el deporte de hablar solo. Hablar solo como ensayo me da aún más miedo escénico, el vacío es peor que un nutrido grupo de gente a la espectativa.
De aquellos primeros meses de portavoz, lo que recuerdo son las sensaciones de novedad, inquietud y temor a no estar lo suficientemente preparado en el tema a tratar en cuestión. También recuerdo la pregunta que me hizo una periodista. No no, la pregunta no la recuerdo, ni el tema de la misma, lo que sí recuerdo es cómo comenzaba y el shock instantáneo que me produjo.
¿Usted como político que nos puede decir de...? Nunca me había identificado como miembro de un grupo del que yo también estaba cansado. Nunca pensé que ser portavoz de Los Verdes significará pertenecer a la clase política.
El golpe me duró un par de semanas, lo más duro fue ese mismo día. Un sentimiento dual me corroía, no quiero ser un político como los políticos pero sin no hago de político no puedo defender las ideas políticas de Los Verdes que son básicamente mis ideas. Durante las dos semanas siguientes reflexiné bastante sobre el asunto.
Y es que claro, soy político sin necesisidad de estar en política. Me intereso desde siempre por los problemas de la polis. Era político antes de que la periodista me lo certificara, antes de ser portavoz. Ahora lo llevo bien, ya no me afecta el calificativo porque sé que no pertenezco a la "clase política."
Es la diferencia entre el ser y el estar.
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