MEMORIA CONTRA OLVIDO
LA BRECHA DE VÍZNAR
El Centro José Guerrero de la Diputación de Granada alberga una colección permanente del pintor granadino que le da nombre. En el museo, sito en la calle Oficios, se encuentra el cuadro La Brecha de Víznar. Dos lindes profundas y diagonales, formadas por la confrontación entre un blanco de fulgor astral y un negro ‘vivo y transparente’, cizallan un abismo oscuro. En ese barranco nocturno y tenebroso ocurrieron, como en tantos otros lugares y cunetas, hechos históricos abominables. Para mis ojos, es la luna la que dibuja la profundidad telúrica. Luna lorquiana que, como ‘el costado de Sierra Morena’, reflejada en la tierra del barranco tamiza una consistencia tenue de tierra amalgamada con sangre. Los triángulos que forma el blanco con levísimos reflejos purpúreos se clavan sobre la tierra negra. Tierra que resume toda la noche negra en la que se sumió España en el año 1936. En el vértice incisivo un borbotón rojo de sangre simboliza un herida abierta. La Brecha de Víznar, pintada por Guerrero en 1966, fue causada por una guerra que ganó el fascismo insurrecto y, hoy, sigue siendo venero de infamia para gentes que sufrieron el estigma del olvido.
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