Del greenwashing a la ola verde

Un escritor catalán que no he leído, Josep Pla, decía que en literatura lo que no es tradición es plagio. Si no es verdad la culpa es de un amigo al que le oí la cita.

En política también se vive el plagio cuando otros se ponen bufandas verdes o colorean letras en verde, o están a la que salta para anunciar tu idea en su programa, a sabiendas de que será incumplida. Esto en mercadotecnia se llama greenwashing, publicidad engañosa y fraude.

Afortunadamente la trayectoria de LVA (Los Verdes de Andalucía) es larga, y en Granada aún más larga. Me gusta recordar que nuestros resultados electorales en elecciones municipales han sido dignos en las últimas dos convocatorias, el análisis de porqué no llegamos a entrar lo hicimos en su momento.

En 2003 colaboré fuertemente con la candidatura que encabezó Francisco Garrido, una campaña que tuvo repercusión internacional por lo original y novedosa, Curro era y es un Crack de la política. Eran tiempos muy difíciles para la ecología política. Me acuerdo, y creo que conservo, recortes de periódicos de tirada nacional. Entonces teníamos mucha más simpatía que voto.

En la de 2007 fui el director de campaña a nivel de programa y acciones, nos dejamos el pellejo en el envite, y lamenté mucho que Jesús García no entrara de concejal. Granada perdía una oportunidad y Jesús era mi amigo. Fuimos la cuarta fuerza política en una ciudad que se había escorado a la derecha. Aguantamos la ola conservadora, los ataque furibundos del PSOE, y el plagio de la toda la llamada izquierda.

Ahora, y tras el trabajo de los últimos cuatro años, en los que fui, primero, portavoz en Granada, y luego portavoz andaluz, recojo una tradición acumulada. También recojo los frutos del trabajo de mis compañeras y compañeros de LVA, un trabajo duro. La confianza que depositaron en mí la he palpado a diario con sus ideas y aportaciones. A mi lado han estado, muy de cerca, Blanca Parrilla, Juan Ruiz, Carmen Jesús Jiménez, Manuel Cala y Lola Romero, aportando ideas, sensatez y perspectiva. Así se puede trabajar.

LVA en Granada quiere seguir defendiendo un modelo de ciudad amable, donde los intereses colectivos sean compatibles con los intereses de todas las personas que la habitan, la visitan o sencillamente la usan a diario. LVA cree que es el momento de la ecología política, es el momento de hacer honor a la tradición acumulada, es el momento de convertir la simpatía en voto. Es el momento de hacer historia por nuestra ciudad.

Únete a la ola verde.