Mándeme 100 con cadenas
Hace aproximadamente año y medio, cuando empezaron las obras del metro en el camino de Ronda, en Granada (su nefasta planificación es una larga historia), recibí una llamada telefónica de un desconocido.
- ¿Se ha enterado usted de lo que está pasando en el camino de Ronda?
- No, respondí, ¿qué pasa?
- Están talando los árboles que tantos años llevan creciendo, he contado por lo menos 50. Es una barbaridad. ¿No van a hacer nada Los Verdes?
Le expliqué al indignado señor que llevamos años denunciando la actuaciones urbanas destructivas, entre ellas los cientos de árboles talados durante los gobiernos del PP, con un alcalde a la cabeza que más bien parece un leñador.
No hay obra en Granada, grande o pequeña, en la que árboles de gran porte no sean abatidos sin misericordia.
- Pero bueno, seguía el caballero, ¡esto es una barbaridad! Mándeme a 100 personas con cadenas para atarse a los que quedan. Me pidió con desesperación.
Inmediatamente pensé en esas cartas al director que aparecen en los diarios cuando se produce una agresión ambiental del tipo que sea, o un atentado contra la vida de los árboles. Cartas que terminan diciendo, y ahora ¿dónde están Los Verdes?
Le expliqué al vecino que era imposible enviar a cien personas con cadenas, y menos de un día para otro, que Los Verdes no es un ejercito, que no recibimos dinero público, que no disponemos de liberados activistas.
Que Los Verdes necesita estar donde se toman las decisiones para que no ocurran cosas como esta y peores. Que podía organizar a sus vecinos, constituir una plataforma ciudadana para defender a los árboles del camino de Ronda, que entre las acciones de esa plataforma podían valorar la de encadenarse a los árboles; y que para las siguientes elecciones se pensase a quién le daba su voto.
Si sientes Verde, actúa Verde
0 comentarios