CINE DE VERANO

Vivimos un desierto cultural veraniego. En Granada están Los Veranos del Corral, en el Corral del Carbón a 15 euros, el Romancero Gitano o el Poeta en Nueva York, a 20 euros en el Generalife, algún ciclo de lecturas poéticas con invitados insignes. Ah, se me olvidaban los pasodobles que ocasionalmente amenizan la Plaza del Carmen, y pare usted de contar. Los demás son iniciativas privadas aun mas caras y también escasas, solo se salva la programación de verano del  Museo Cuevas del Sacromonte, desde estas líneas felicito a sus promotores por conseguir una relación calidad precio francamente estimable.

Por estos motivos Los Verdes ha expuesto un proyecto denominado “Cine de Verano en los Palacios y Jardines de Granada”. La propuesta pretende generar un oferta distribuida por todos los barrios de la ciudad de modo que toda la población tenga acceso en verano a una actividad cultural considerada como “el séptimo arte”, para ello son idóneos algunos palacios y jardines de Granada y así se lo ha manifestado por escrito al Concejal de Cultura, Sr. García Montero, a fin de que la estudie y la ponga en marcha entre los meses de junio y septiembre del próximo verano.

No es que se hable de todos los días cine, ni de grandes salas de cine portátil, no, no es eso, se trata de una programación sensata y compatible con los lugares donde se desarrolle, se trata de elegir zonas recoletas y bellas donde la gente pueda sentarse al fresco y disfrutar. Sobre todo disfrutar. Es un proyecto bien pensado. Un par de días de cine a la semana, otro de teatro al aire libre, otro de poesía. Actividades para compartir y contemplar, para generar vínculos de ciudadanía, muy necesarios en los tiempos que corren. Y a un precio posible para todo el mundo, dos euros por la silla.

La propuesta plantea cuatro objetivos concretos, el primero ya lo he dicho, es generar vínculos de ciudadanía, el cine de verano es un lugar atractivo para todas las generaciones, donde se convive y se disfruta en común, es un espacio de ocio y de libertad. El segundo consiste en recuperar la utilidad pública y el uso de los palacios y jardines de Granada en función del interés general, mas allá de su alquiler para celebraciones y saraos hay que dedicarlos a fines culturales para toda la población. Un tercer objetivo es recuperar la tradición de cine de verano en Andalucía, que se está perdiendo. El cine de verano es una especie en extinción, sin embargo tiene un atractivo popular fuera de toda duda. Ahí está como ejemplo el Cine Vergeles que va a ser devorado por la presión inmobiliaria. Y por último, esta iniciativa contribuiría a afianzar el cariño de la población hacia festivales ya tan importantes como el de Cines del Sur, o el de Jóvenes Realizadores, o el futuro Festival Internacional de Cine Clásico, produciendo un efecto sinérgico positivo entre los eventos internacionales y las gentes de Granada.

Doce son los lugares propuestos distribuidos por todos los barrios granadinos. Destacan por su belleza y ubicación, el Palacio de los Córdova, el Carmen de los Mártires, el Palacio de la Quinta o el Cuarto Real de Santo Domingo, así como el lugar del Parque García Lorca que está junto a la Huerta de San Vicente. Otros recintos son los Jardines del Triunfo, el Parque del Zaidín, el Parque Almunia de Aynadamar, el Parque 28 de Febrero, o incluso el Convento del Carmen, sede del ayuntamiento de Granada. En cuanto a la programación, ésta no debería tener límite temático, cabe desde Indiana Jones hasta Bergman o Godard, desde San Peckinpah hasta Almodóvar, desde Hitchcock hasta los hermanos Coen, desde Casablanca hasta Woody Allen. Cine negro, de aventuras, westerm  o comedia. Da igual cine pasatiempo que cine comprometido o de autor, la oferta tiene que ser equilibrada y atractiva para todo el mundo.