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Blog de Mario Ortega

El Sombrero Bioclimático

AUDITORIO BIOCLIMÁTICO ZAIDÍN JAZZ-ROCK

AUDITORIO BIOCLIMÁTICO ZAIDÍN JAZZ-ROCK

A propuesta de músicos/as de jazz a quienes gusta el proyecto le completamos el nombre a nuestro auditorio bioclimático.

Seguimos sumando apoyos.

LA VEGA, TERRITORIO AGRÍCOLA Y CULTURAL

LA VEGA, TERRITORIO AGRÍCOLA Y CULTURAL

La palabra vega no es un concepto biológico, no alude a ningún ecosistema natural, no es, en sentido estricto, un biotopo. No es tampoco un concepto geológico; la geología, para nombrar un territorio formado por tierras de alubión y materia orgánica procedente de la descomposición vegetal, tierras fértiles y feraces conformadas por la acción persistente de los ríos y de la vida, utiliza la palabra depresión. Los primeros asentamientos neolíticos en zonas de media ladera se localizan próximos a estas tierras dóciles para el cultivo. En el castellano la palabra vega procede del término íbero vaica, lo que viene a indicarnos que el uso agrícola de estas formaciones naturales, bien regadas, llanas y fértiles, con fuerte capacidad intrínseca de producción de biomasa vegetal, es tan antiguo como los primeros asentamientos humanos de la península. En ellos la agri-cultura es su principal actividad técnico productiva. Lo que quiero decir con esto es que la palabra “vega” alude a un concepto cultural, es decir: un concepto humano. Destruir la Vega, cualquier vega, significa por ello destruirnos a nosotros mismos, acabar con nuestro ser cultural.

La superación de la antinonia naturaleza/cultura puede ayudarnos, sin duda, a superar la confrontación ciudad/campo. Era la Vega de Granada un espacio tradicionalmente integrado en sus pueblos, o a la inversa, eran los pueblos lugares integrados en La Vega. Las tramas urbanas originales producían espacios de transición suave entre lo urbano y lo rural, de modo que uno podía andar por sus calles céntricas y llegar a un espacio agrario, casi sin darse cuenta, en Granada la vía pecuaria del camino de Ronda, la arboleda de la actual avenida de la Constitución y los paseos de la Bomba, del Salón y del Violón hacían de espacios de transición verdes, ajardinados y arbolados.

El urbanismo voraz que se ha practicado en Granada ha resuelto siempre el crecimiento de la ciudad hacia los terrenos de vega, construyendo la ciudad contra la actividad agrícola de mayor calidad. Por otro lado, la explosión del uso del automóvil como medio indispensable de desplazamiento en la ciudad y entre las localidades metropolitanas, está convirtiendo la vega en un espacio que comparten a la fuerza el alquitrán, los coches, los caminos transitados con sus acequias al borde, los terrenos agrícolas, las naves industriales, y las edificaciones ilegales. El modelo económico desarrollista, el modelo urbano y el modelo de movilidad ciudadana están expulsando paulatinamente la actividad agraria de la Vega de Granada. Estos dos cánceres, que llegaron a la metástasis a finales del siglo pasado, están desarticulando y desestructurando un territorio de cultura compartida, cuyos habitantes desconocen cada vez más al convertirlo en un espacio de tránsito ignorado. La Vega es ahora un lugar de desplazamiento y un lugar para construir antes que un lugar para compartir, vivir y cultivar.

Los políticos que aprobaron los PGOU y el POTAUG actuales fueron videntes modernizadores sin modelo, favoreciendo unos tipos de ciudades y pueblos esperpénticos, difícilmente reversibles, y que han incidido gravemente en la calidad de vida de los habitantes metropolitanos. Hay más coches pero no llegamos antes a ningún sitio, hay más viviendas nuevas pero también una bolsa enorme de vivienda desocupada, hay retículas de unifamiliares sin vida social y barrios históricos deshabitados, se ha multiplicado la oferta de viviendas pero valen cinco veces más, las hipotecas de antes eran a diez años, en tanto las de ahora llegan con facilidad a los veinticinco. El desempleo juvenil sigue siendo galopante y el trabajo en precario o irregular la costumbre.

Los indicadores económicos miden la buena marcha de la economía en función de parámetros tales como el consumo energético, el PIB, el gasto y la renta per cápita, el IPC, el índice bursátil o la tasa de desempleo. Conceptos todos ellos que cuantifican valores medios, pero no atienden a la calidad, no tienen en cuenta valores sociales, medioambientales, de salubridad o laborales, ni, y sobre todo, valores de futuro. Pero lo que es peor, son indicadores excluyentes de la masa de población que ha de conformarse en el mejor de los casos con un sueldo de supervivencia.

Regenerar y proteger la Vega de Granada significa hablar de su pervivencia cultural y de sostenibilidad económica, significa hablar de desarrollo sostenible y calidad de vida para nosotros y para los que vendrán. Significa hablar no sólo de donde se debe construir y donde no. Significa integrar en su futuro otros modelos de agricultura, movilidad, industriales, constructivos y socioeconómicos. Significa poner en valor sus recursos turísticos, patrimoniales y medioambientales. Significa intervenir en los convenios colectivos para favorecer diversidad de horarios, jornadas continuadas y accesibilidad por medios colectivos y no discriminatorios. En definitiva, trabajar sobre una perspectiva holística e integradora que observe la Vega y sus actividades como un entramado de relaciones y municipios conectados y mutuamente influidos, con su diversidad y sus aspectos comunes. Significa olvidar el ladrillo y el beneficio rápido por recalificación de terrenos como único modo de crecimiento económico.

Por ello, hay que potenciar la agricultura ecológica y crear la marca de calidad Producto de la Vega de Granada, recuperar las acequias, favorecer el uso eficiente del agua y evitar la sobreexplotación y la contaminación del acuífero que subyace, establecer planes de gestión de su biomasa residual, así como políticas de fomento de la agroindustria ecológica. Hay que trabajar sobre el modelo de transporte público potenciándolo fuertemente: el metro en superficie que una las localidades y los polígonos industriales es esencial; no hay en la actualidad forma de ir a trabajar a estos lugares si no se dispone de vehículo particular; el autobús y la red de carriles bici deben ser alternativas reales; el coche debe quedarse en casa, limitando así la necesidad de aparcamientos e infraestructuras de alquitrán y hormigón. La segunda circunvalación no es prioritaria para la metrópoli granadina. Hay que generar políticas de rehabilitación de caminos, senderos y arboledas; de recuperación de las riveras de los ríos, desde una perspectiva de intervención blanda de las administraciones, que fomenten los usos agroturístico, de ocio y esparcimiento; eliminar radicalidades conservacionistas, y favorecer modelos de uso comunitario que recuperen la Vega como imagen simbólica del ser social y colectivo de los ciudadanos del área metropolitana. Las planificaciones urbanas deberían conducir a la Vega con calles arboladas y parques sin adoquín y losa, contra la costumbre actual, y no obstruir su perspectiva, como ha hecho la primera circunvalación de Granada, situando a la ciudad de espaldas a su vega.

En definitiva, hay que iniciar el camino hacia la sostenibilidad agraria, cultural y socioeconómica de la Vega de Granada, para lo que considero imprescindible la creación de un organismo supramunicipal que, ya sea Agencia o Consorcio, Mancomunidad Metropolitana o Federación de Municipios, intervenga de modo influyente en todos y cada uno de los aspectos mencionados desde una perspectiva multidisciplinar y una planificación compartida y participativa, definiendo lo compatible y lo incompatible. El primer acuerdo debería establecer los límites de un territorio protegido que pudiera tener la figura de Parque Periurbano Agrícola y Cultural de La Vega de Granada, añadiendo a esta figura la declaración de Bien de Interés Cultural, con su correspondiente Plan de Ordenación de los Recursos Naturales y su Plan de Uso y Gestión. Contra el pesimismo militante en algunos municipios, afirmemos que aún tenemos vega y que queremos preservarla, ¡AHORA O NUNCA!

 

Publicado en IDEAL de Granada, 18-06-2004

EL MECANISMO DEL BOTIJO

EL MECANISMO DEL BOTIJO

El botijo es un instrumento técnico cuasi-perfecto. Data su invención de épocas remotas, épocas neolíticas, donde el genio creativo humano ya estaba conformado como en la actualidad.

Usado en toda la geografía mediterránea durante milenios, el botijo, también llamado pipo, pipote, piporro, búcaro, barrila, piche –y a saber con qué denominaciones más se nombra en la vasta geografía del castellano–, es además un objeto bello. Su belleza procede de su arquitectura oblonda, forma que, por su parecido a la esfera, tiene el carácter simbólico de la perfección. Esta característica geométrica le confiere la mayor capacidad de volumen contenida en la mínima superficie externa. Por otro lado, la redondez aerodinámica de su cerámica porosa es lo que hace posible la magia de su artificio.

Tenía, y tiene, el botijo la función de refrescar agua hasta un punto de temperatura agradable al paladar y la garganta, aproximadamente a doce grados centígrados. Curiosamente su poder refrigerante es mayor cuanto más calor hace en el ambiente en el que se encuentra. Consiste el mecanismo del botijo en que el aire lo acaricie llevándose la humedad que lo envuelve. El barro poroso que lo constituye permite la reposición del robo amablemente, y el agua lamina el cuerpo del pipo para que la brisa continúe su despaciosa tarea. Se dice que el barro suda. Refrigeración evaporativa le llaman a esto las gentes de ciencia porque por cada gramo de agua evaporada, se retiran del agua contenida quinientas calorías. El proceso ocurre sin que se note, basta con colocar la vasija en lugar oreado y a la sombra.

Por el contrario, el frigorífico moderno, al lado del búcaro, es un instrumento imperfecto e ineficiente. El agua, que no es insípida, como decían los libros de mi colegio, no sabe igual a cinco grados que a doce. El helor no es frescor, la garganta se duele con la travesía del líquido elemento. Lo que el botijo hace gratis, la compañía eléctrica lo cobra al inyectar kilowatios en el compresor que zumba en nuestras casas. Además, los kilovatios que consumimos en la actualidad no son inocuos, pues provienen, en su mayoría, de centrales térmicas contaminantes.

Beber agua en un pipote de barro supone un acto simbólico, una apuesta por la calidad, una demostración de que hay ingenios humanos que no han sido superados por ninguna tecnología actual ni en la sencillez de su belleza, ni en la eficiencia con la que cumplen su función, ni en la calidad del producto que suministran. Beber agua refrescada en barro nos transporta a un universo sin sofisticación, más natural y humano, menos apresurado. Muchos actos sencillos suman a favor de cambiar nuestro modo de vida.

Frente al agua obligada en el plástico de su botella, instalemos un pipo en casa. Muchos Kwh innecesarios dejarán de consumirse, no es por lo que valen, no es porque no podamos pagarlos, no es solo porque supongan una elevada contribución a paliar el cambio climático. Es porque la suma de pequeñas conductas y voluntades nos irá afirmando en un modo distinto de relacionarnos con nuestro entorno. Por cierto, el patio andaluz, elemento de refrigeración interior procedente de culturas mesopotámicas, utiliza, para su función climática, el mecanismo del botijo.

GRANADA Y SU MILENIO

GRANADA Y SU MILENIO

Las ciudades, como los sueños, están construidas de deseos y temores,...

Italo Calvino, Las ciudades invisibles

Érase una vez una ciudad que cumpliría pronto mil años. Al menos eso decidieron algunos próceres del lugar. Aunque el debate académico sobre su origen está vivo, y parece bastante probable que antes de nacer ya hubiese nacido, y aun antes ya hubiese existido un lugar poblado íbero y romano llamado Iliberri. En cualquier caso, hace muchos siglos que el fruto del granado le dio nombre, Granada. Un nombre tan gustoso que al pronunciarlo chispean en la boca rubíes y amapolas.

La Granada de hoy conserva en su seno perlas y vacíos, poetas y doctores, cátedras y amantes, eriales públicos y jardines interiores, pérdidas y olvidos, amalgamados por una elite política que alimenta con una gota de leche diaria su poder real. Un alimento completo que suministrado en la dosis adecuada adormece el espíritu e impide la muerte. La Granada de hoy vive del pasado hipotecando el futuro. Un pasado antiguo y remoto evocado en postales para los turistas que, como en la Maurilia de Italo Calvino “no representan a Maurilia como era, sino a otra ciudad que por casualidad se llamaba Maurilia como ésta.” El caso es que los habitantes de Granada cada vez tiene mas dificultad para reconocer a Granada en Granada. Los turistas no tienen ese problema, llegan al Albaycín y a la Alhambra, pasean por la Carrera del Darro, suben al Sacromonte en microbuses nocturnos, y se van rápido, como hacen todos los turistas del mundo, para contar, con el testimonio gráfico de sus mil fotos digitales, que estuvieron en un lugar como Granada.

Mientras todo eso ocurre, las gentes de la ciudad se sumergen a diario en otra ciudad. En la ciudad cotidiana hay muchachas madrugadoras que trabajan de cajeras por 600 euros, abuelas que esperan el autobús con paciencia infinita, jóvenes que conscientes de la levedad de su vida, rasgan con sus motos una paz que ya no existe, adultos circunspectos en el interior de su automóvil, niñas que respiran las miasmas de una polución persistente, madres con sus bebés que no encuentran árboles frondosos en los techos de los aparcamientos, atletas obligados a jugar al pádel a doce euros la hora, gentes de barrio a las que tendrá que gustarle el golf aunque no quieran, estudiantes de arte que sueñan Berlín, comerciantes de barrio que ven como sus negocios se apocan por la salpicadura veguera de grandes superficies comerciales.

Mientras todo eso ocurre, unos cuantos concejales y concejalas se han reunido en los salones municipales urgidos por su propia indolencia para acordar unas cuantas propuestas dignas de la celebración milenaria. Entre el millón de propuestas posibles han elegido diecinueve. “Mañana sol y buen tiempo”, que dijera el clásico de Siniestro total. Granada será Capital Mundial de la Poesía, Ciudad de Festivales, celebrará el Campeonato Mundial de Judo y acabará aquí la Vuelta Ciclista a España. Granada tendrá un Albaycín rehabilitado, su centro será declarado Patrimonio de la Humanidad, y habrá especial atención a los barrios desfavorecidos, Zona Norte a la cabeza. Granada tendrá una Bienal de Flamenco y Música Andalusí y Sefardí, también habrá un Congreso de Historia del Reino de Granada, Cumbre del Culturas y Premio del Milenio. Además se acabarán las infraestructuras pendientes. Y para todo ello y mucho mas, habrá mucha, mucha, mucha participación ciudadana. Fastos y fuegos artificiales que agradan a la ciudad de la gota de leche y que dan pie a proponer mas ideas para el Milenio. Así se podrían proponer un Congreso de Organizadores de Festivales de Música y Danza, un Mundial de Cetrería (que resultará muy nazarí), un Certamen de Economistas para el Milenio, un Encuentro de Novelistas Especialistas en Novela Histórica, un Campeonato Mundial de Filosofía Esotérica y Arábiga, y mucho mas, y sino al tiempo.

Son ninguna las voces que se han oído, salvo la nuestra, no ya criticando las propuestas, que nos pueden gustar mucho o poco, ya que todas parecen dignas haya milenio o no, sino pidiendo una celebración mas reflexiva, mas coherente, que plantee objetivos que actúen sobre los problemas reales de la ciudad y sus gentes. Voces que adviertan que no se puede empezar la casa por el tejado, que es necesario un compromiso de Estado. Voces que planteen qué celebramos, por qué lo celebramos y para qué lo celebramos. Voces que definan objetivos sociales, económicos y ambientales de cara a una ciudad mas sostenible. Voces que saquen a la luz lo mejor de lo que nos legaron las generaciones pasadas, como la Vega, para legar a nuestras hijas e hijos lo mejor de nuestra generación. Movilidad, protección del entorno agrario y paisajístico, infraestructuras medioambientales, culturales, turísticas, sociales, educativas y deportivas,  que regeneren el tejido y la vida urbana, que fomenten el civismo, son objetivos absolutamente necesarios. Los fastos y las fiestas vendrán por añadidura, no lo dudemos.

GOLF EN LA CHANA

GOLF EN LA CHANA

Un gran espacio deportivo se va a ejecutar en la Chana. El ayuntamiento ha cedido los terrenos y la concesión de la explotaxción por cuarenta años a una empresa. La privatización de lo público sigue su camino y el deporte para todos no iva a ser menos. Habrá que pagar para hacer deporte y la beneficiaria será la concesionaria de las instalaciones. Las tarifas que necesita para obtener beneficios serán altas y la administración municipal estará atrapada por la empresa para que así sean. Si no, siempre estará la amenaza de que las instalaciones no son rentables y no se pueden mantener. Pero lo peor es que la mayor parte del espacio deportivo estará dedicado a un campo de golf. La constructora, que a su vez es la concesionaria, quiere que todos jueguemos al golf.

Alguien podrá decir que el golf no es un deporte de masas. "Bueno y qué", dirá nuestro alcalde, "esto es para que a la gente le vaya gustando el golf, que es el deporte con mas futuro paqra las constructoras de la España sin lluvia". En la película "Mas dura será la caida", sobre el boxeo, los combates amañados y la mafia, el mafioso que controla todo lo que se mueve, cuando un periodista inocente le dice que lo que quiere hacer no le va a gustar a la gente, le responde: "a la gente le gusta lo que nosotros queremos que le guste". Eso es lo que hay. Golf y de pago. Y si no te gusta te aguantas.

MATEMÁTICA DE AMOR

MATEMÁTICA DE AMOR

Si crees que el amor puede fundar empresas,

ama la Tierra, VOTA Los Verdes

AMANECER DE LA LUNA

AMANECER DE LA LUNA

Esta luna del alba era la que se veía esta mañana desde la ventana de mi casa. Tiene forma de corazón.

La luna ha pasado la noche de farra y se acuesta enamorada.

LA HALEY GÜEY

LA HALEY GÜEY

Ayer domingo iba pedalenado con mi bicicleta por el Paseo del Salón. Llevo una bicicleta de paseo, para la ciudad. Amortiguadores telescópicos delanteros, dinamo integrada en el eje, cargador de móvil a pedales, baulete como el de las motos pero mas pequeño, y algún detalle mas como los dicróicos reflectantes en las ruedas delantera y trasera.

Además la bici lleva una matrícula alante y otra atrás con el logo de Los Verdes y una banderola incorporada con propaganda electoral.

Pues bien, me topé con un grupo de chavales que tenían tomada una zona del Salón con sus motillos, todas muy chulas. Al verme pasar se quedaron mirando y uno de ellos dijo: "mira, joder, que Haley Güey lleva ese".

Desde ayer mi bici tiene nombre, le he puesto "Haley Güey".

EL RAP DE LOS VERDES

EL RAP DE LOS VERDES

No lo dudes compañero

no lo dudes compañera

dile a todos que es verdad

que lo verde es realidad

Quieren trenes comarcales

Autobuses eficaces

Bicicletas en las calles

y Uves Verdes como Valles

 

No me falles, no te calles

Bota con B, Bien, y V verde votaré

 

El acceso a la vivienda

Y los barrios habitables

Libertades culturales

Futuro felicidad

“Pa” los hijos y los nietos

El planeta está muy prieto

Si yo me quedara quieto

como coño va a cambiar, ¡eh!,

Si te quedas en casita

Y no votas es peor

Eso mismo es lo que quieren

Dos partidos solo dos

Se reparten el pastel

Y a nosotros votos no

 

Votos blancos que se esfumen

Y a los verdes que nos den

Si el futuro está muy negro

Un verde blanqueará

Lo que hará:

intenciones económicas y tal

En el día electoral

No pases de la verdad

No te quedes en tu casa

Casi es tiempo den actuar

Si las cosas no te gustan

A los verdes votarás

 

Vota fuerte, vota verde

Que los voy a empapelar

Mezcal azul con amarillo

Sale el verde que es sencillo

Si yo me pongo a pensar

Sale el verde natural

 

¡SABES! QUÉ ,QUÉ, QUE A LOS VERDES VOTARÉ

¡SABES MAS!, MAS, QUE A LOS VERDES VOTARÁS

Y a los verdes votaré y a los verdes votarás

Y a Los Verdes votaré y a los verdes votarás

 

¡SABES! QUÉ ,QUÉ, QUE A LOS VERDES VOTARÉ

¡SABES MAS!, MAS, QUE A LOS VERDES VOTARÁS

Y a los verdes votaré y a los verdes votarás

Y a Los Verdes votaré y a los verdes votarás

 

Pero como que te da igual chaval

Si tu pasas de ir a votar

Es por que  no controlas tres cuartas partes de la verdad

Hoy comienza la campaña electoral

Y ya empiezan los de siempre a pedir que les votemos

Yo paso de Rajoy y Zapatero

Estamos hartos de falsos proyectos que giran alrededor del caballero Don Dinero

Cansados por igual de escuchar las mismas tonterías

Indolencias, atropellos, negligencias, apatías

 

Y tú, ¿qué me dices vida mía?

que Los Verdes ya no se fían

 

Sus promesas para nosotros serían

Como los desperdicios que tiro a la basura todos los días

Mi ciudad no está limpia

Nos llega hasta el cuello su porquería

El futuro está en tus manos

Siéntelo, pálpalo, como el aire limpio

La luz del sol,

Disfruta de zonas verdes

VERDE QUE TE QUIERO VERDE

es mi reacción

 

¡SABES! QUÉ, QUÉ, QUE A LOS VERDES VOTARÉ

¡SABES MAS!, MAS, QUE A LOS VERDES VOTARÁS

Y a los verdes votaré y a los verdes votarás

Y a Los Verdes votaré y a los verdes votarás

 

¡SABES! QUÉ, QUÉ, QUE A LOS VERDES VOTARÉ

¡SABES MAS!, MAS, QUE A LOS VERDES VOTARÁS

Y a los verdes votaré y a los verdes votarás

Y a Los Verdes votaré y a los verdes votarás

 

¡SABES! QUÉ, QUÉ, QUE A LOS VERDES VOTARÉ

¡SABES MAS!, MAS, QUE A LOS VERDES VOTARÁS

Y a los verdes votaré y a los verdes votarás

Y a Los Verdes votaré y a los verdes votarás

 

¡SABES! QUÉ, QUÉ, QUE A LOS VERDES VOTARÉ

¡SABES MAS!, MAS, QUE A LOS VERDES VOTARÁS

Y a los verdes votaré y a los verdes votarás

Y a Los Verdes votaré y a los verdes votarás

 

Aquí estuvo AJUSTE DE LETRAS

EL CORAZÓN DE LA ALPUJARRA

EL CORAZÓN DE LA ALPUJARRA

Cierro la última página. Cierro los ojos. Habla el rumor del río Cádiar, la luz de la luna recién nacida ilumina el clon-clon de los cencerros. Al roce de las ovejas la brisa del  valle se aroma de romero. Huele a tierra llovida en el corazón de la Alpujarra. «Acabo de leer un libro de viajes» –pienso–, “Entre limones” es el viaje al corazón de un hombre. Chris Stewart escribe como vive; y como siente. Se nota. Sin dobleces, simpático y tímido, nos muestra el mundo a la corta distancia de la ironía inglesa. De su corazón a sus ojos hay un paso. La prosa es directa y sensible, mira en español y escribe como un inglés. Educado y tierno, trata a sus personajes con respeto, incluso a los que son mas interesados; a algunos, como Domingo o “la Antonia” con cariñosa admiración. Ni un solo comentario despectivo, ni un solo juicio moral, cuenta lo que le pasa y cómo le pasa. Al contrario que los conocidos viajeros románticos, y que otros ingleses afincados en las montañas de Andalucía, mira desde abajo, sin arrogancia, y aprende, aprende rápido. Su humanidad es universal, por eso este libro va a ser universal. La Alpujarra en el relato de Chirs es el paisaje de la humanidad, es el Mundo.

“Entre limones” relata las peripecias humanas de alguien que quiso decidir sobre su futuro sin condiciones. En sus primeros días en el valle del río Trevélez, reflexiona a lomos de un jamelgo mientras se siente inferior, extranjero, en el agreste paisaje que le es culturalmente ajeno, “...me di cuenta de que me estaba imaginando a mi mismo en una estación de tren por la mañana temprano bajo una fría llovizna, rodeado por otros cientos de hombres de negocios trajeados mientras esperaba el tren para el viaje diario a la rutina. «Lo que quiera que resulte de esta decisión –pensé– tiene que ser mejor que eso.»”.

Chris es un hombre comprometido, construye su casa, construye un puente con el mundo exterior, ama a su familia y se preocupa por la educación de su hija. Se mezcla con la gente sin importarle si es de acá o de allá. Se busca la vida como puede con sus propias manos, es un emigrante voluntario. Busca sus raíces y las encuentra en un rincón del mundo que es a la vez un paraíso natural, un lugar de promisión, y un medio adverso donde es necesario el esfuerzo permanente. La lucha contra la costumbre es en “el Valero” una necesidad cotidianamente perentoria.

Intuyo que la Alpujarra va ha ser universal a causa de este inglés alpujarreño, este ganadero-agricultor-esquilador de ovejas y muchas cosas mas que, como a un hombre del renacimiento, le interesa todo, y todo lo descubre mirando alrededor, la naturaleza humana y la naturaleza de la naturaleza. Es ecologista por méritos propios, a golpe de azada, piedra a piedra, sin retórica. En el se sustancian sin daño lo primitivo y lo técnico. Nada de la hipocresía a la que acostumbramos en nuestras ciudades refugio. Me halaga la coincidencia ideológica que mantengo con Chris Stewart. Su moderación, su pragmatismo ante lo material y su relatividad ante lo moral. Cuando el contacto con el medio es una necesidad de subsistencia no caben las medias tintas.

Tal vez este hombre haya nacido para escribir este libro, tal vez la Alpujarra lo haya esperado durante siglos, tal vez “el Valero” lo soñara durante los tristes años de la posguerra, durante los años eufóricos del desarrollo y después, ajeno a las transformaciones económicas y sociales de nuestro fin de siglo. Chirs Stewart es alpujarreño por derecho propio, vive en el corazón de la Alpujarra y es el corazón de la Alpujarra. Domingo el Viejo le dijo un día: «Has sembrado tu semilla aquí, ahora eres uno de nosotros».

¡LA LECHE CON EL PAN!

¡LA LECHE CON EL PAN!

Notamos en el bolsillo la subida del precio de los alimentos, y particularmente la de alimentos básicos como la leche y el pan. Un veinte por ciento de subida media desde comienzos de septiembre. Cuando voy a por el pan diario nunca me acuerdo del precio. Dos subidas en dos meses. A ver si te lo aprendes, me dijo el otro día la panadera. Cuando venga a aprendérmelo es primero de año y ya tendrá otro precio, contesté.
Una orquesta es un conjunto de músicos que tocan sus instrumentos organizadamente. El precio de los alimentos sube orquestadamente. En la sociedad de consumo, no existe la competencia, los músicos trabajan todos para la misma orquesta. El que desafina se va a la calle. ¿Alguien cree de verdad en el libre mercado? La ciudadanía consumidora sabe que el libre mercado es el menos libre de los mercados. No podemos elegir, ni luz ni agua ni combustibles ni galletas ni pan ni nada, en función de su relación calidad precio, porque el precio no es la abcisa sino la ordenada. Elegimos lo que hay; y lo que hay es lo que hay.
Los directores de orquesta, que no son muchos, pero son varios y se turnan, comenzaron mirando para otro lado a ver si nos engañaban. Al mismo tiempo señalaban con el dedo a los biocombustibles. Dijeron: “de la subida del pan tiene la culpa la subida de los cereales, de la cual tiene la culpa la disminución de la superficie agraria destinada al cultivo de trigo, dado que ésta se destina al cultivo de maíz para producir bioalcohol”. Y nos engañaron. Pero ¿y la subida de la leche?, ¿y la de las patatas?, ¿y la de la gasolina?
De la de la gasolina tiene la culpa la subida del petróleo. El petróleo vale el doble que hace tres años. Aaaah!, entonces, ¿no será que la subida de los alimentos tiene que ver con la subida de los combustibles fósiles? Su obtención es cada vez mas costosa y no se descubren nuevas reservas de buen crudo fácil de extraer. Pero, ¿no decían que el petróleo iba a ser mas barato con lo de Irak? Decían, pero no sería verdad ¿Y el pan? El pan también por lo del petróleo. Menos del 1% de la superficie agrícola de cereal está dedicada a los cultivos energéticos, y el precio del trigo solo supone el 5% del precio del pan. No pueden ser los biocombustibles.
La economía es lo que hacen lo economistas, dijo un economista harto de que se le escapara entre las manos la definición de esta disciplina que ha alcanzado mas notoriedad que resultados. La física nos ha llevado fuera del planeta y al interior del átomo, la química nos descubrió los intersticios de la materia, la bioquímica y la biología nos han dicho lo que somos nosotros y nuestro entorno. Sin embargo, los mayores logros de la economía han sido el tipo de interés, la tasa de crecimiento, el IPC y ‘la banca nunca pierde’. O sea, nada que ver con la masa, la longitud, el tiempo y la carga eléctrica, ni con lo que pasa en los ecosistemas. Únicas magnitudes y relaciones capaces de explicar el mundo y predecir su comportamiento. El pan y la leche seguirán subiendo. La luz, el agua y todo lo demás también. Solo les pido a los directores de la gran orquesta que no nos tomen por tontos. Pagamos y lo sabemos.

Ilustración: "Cesta del Pan" de Salvador Dalí